Teníamos la sensación de estar llegando a la cima de la montaña, después de todo el esfuerzo de estos últimos meses, pero la realidad es diferente: acabamos de empezar el ascenso y la montaña parece más alta de lo que pensábamos. La economía española va a seguir sufriendo y esto no va a frenar a las pymes en su afán de innovar, mejorar y crecer. Para conseguirlo, seguirán necesitando la ansiada liquidez. Es imprescindible para afrontar sus retos con éxito y minimizar los efectos de esta crisis. Pero, como decía el gobernador del Banco de España esta misma semana, se prevén problemas de liquidez para las empresas.
El escenario es complejo y el 60% de las pymes percibe que va a ser más difícil conseguir crédito bancario hoy que antes de la crisis. Y, sobre todo, que la financiación bancaria presentará limitaciones para muchas empresas, como ya sucedió en otras épocas.
Podemos recordar algunas de las restricciones de crédito: las que afectaban a los plazos de las operaciones (difícilmente superiores a 3 años y con amortizaciones anuales), los importes a financiar (financiación máxima a aproximadamente 3x EBITDA), la incorporación de cláusulas restrictivas, y la no flexibilidad en caso de que la evolución de los resultados o inversiones fuese más lenta de la esperada, en cuyo caso podría poner en una posición muy difícil a la empresa para sobrevivir.
Estas circunstancias vividas fomentaron la proliferación de los fondos de deuda, que cubrían unas necesidades de nuevas y atractivas alternativas de financiación, con importes y plazos suficientes para resolver cualquier tipo de situación. En definitiva, aportan flexibilidad para poder construir el préstamo perfecto para cada empresa, con opciones de pago innovadoras. Por ejemplo, permiten pagar únicamente intereses en el periodo de vigencia del préstamo y amortizar el 100% del capital al término del préstamo, comúnmente llamados préstamos “bullet”. Y otro ejemplo permite que la amortización final sea muy superior a las amortizaciones periódicas, llamado “balloon”.
Concluyentemente, los fondos pueden ofrecer al cliente un amplio abanico de instrumentos de deuda que encajan a la perfección con la generación de flujos de la empresa, ofreciendo diferentes alternativas de amortización que eliminan las tensiones de liquidez a la hora de atender las cuotas.
Los fondos tienen una estructura plana y los que dirigen y toman las decisiones son profesionales con conocimiento y experiencia en gestión empresarial; por tanto, con visiones y perspectivas diferentes a los que toman las decisiones en la banca tradicional. En ocasiones, la complejidad de la operación hace que los bancos no otorguen la financiación necesaria o que la limiten a un importe inferior al requerido. Esto, en determinadas operaciones que requieren agilidad, como en la compra de una empresa o una reestructuración de deuda, es determinante para poder resolver con éxito la operación en tiempo y forma. Las decisiones en los fondos no tienen que pasar por procesos donde intervienen muchos actores y procesos burocráticos.
Las operaciones que se pueden hacer son préstamos de entre 3 y 100 millones de euros, a unos plazos entre 5-7 años (pudiendo ser bullet), y con opciones de pago adaptables según las necesidades de la empresa o el proyecto a financiar. Esta flexibilidad permite combinar con otras fuentes de financiación (deuda bancaria o no) sus finalidades (planes de expansión, desarrollo internacional, fusiones, adquisiciones, compra de acciones, acometer restructuraciones accionariales, reestructuraciones de deuda para pasar a largo plazo lo que se financia a corto, adquisición de activos, y un largo etcétera) y si hiciesen falta garantías, las opciones son muy variadas (pignoración de stocks, hipotecarias, pignoración de participaciones y muchas más).
Respecto al precio, hay que indicar que siempre dependerá del tipo de operación, del perfil de la empresa, y el sector al que pertenece. Podemos hablar de un coste aproximado del 7% u 8% más una comisión de estructuración/apertura, dependiendo de plazos y garantías. ¿Es cara esta financiación? La reflexión que hacemos es siempre la misma: ¿Qué rentabilidad vamos a obtener con ese capital dentro de la compañía? Probablemente, si hacemos una correcta reflexión, se trata de ‘capital barato’ mas que ‘deuda cara’ como alguien podría pensar. Podemos decir que es equity a precio de deuda, permitiendo a las empresas afrontar proyectos o situaciones concretas sin necesidad de dar entrada a nuevos socios que diluyen el capital social. Además, las garantías son menos exigentes para las empresas que otras opciones y no se encuentran sometidos a la normativa bancaria (no figuran en CIRBE).
Un fondo de deuda es totalmente complementario a la banca y no tiene por qué sustituir a la financiación bancaria. Cada vez son más comunes las operaciones que incorporan banca tradicional y fondos, que asumen el riesgo que el banco no está dispuesto a afrontar. Normalmente es el fondo cubre el importe faltante.
Los fondos de deuda vienen operando hace ya muchos años y están presentes en todo el mundo, su grado de especialización es enorme y aportan soluciones a prácticamente cualquier circunstancia. Por eso cada vez más compañías consideran esta alternativa, aunque aún estamos muy lejos de otros países en la formalización de operaciones. Entiendo que es por desconocimiento real de lo que puede aportar un fondo de deuda a mi empresa, por la sensación de que es deuda cara en lugar de capital barato, como explicábamos antes, o porque pensamos que un fondo sustituye a los bancos y no es así bancos y fondos conviven y colaboran en operaciones para satisfacer con éxito las necesidades de la empresa. Eso es lo que queremos todos los buenos profesionales enfocados al cliente.
Por todo esto conocer bien los fondos de deuda es clave hoy para conseguir financiación. En Kaizen Consulting dominamos su funcionamiento, sabemos quiénes son, cómo trabajan, tenemos excelentes relaciones con sus interlocutores, conocemos sus parámetros, qué sectores buscan para invertir y somos expertos en la presentación de las operaciones.
Por todo ello, si usted es empresario y quiere invertir el mayor tiempo posible en tareas productivas para la compañía, especialmente en un momento de crisis como el actual, le recomendamos que contacte con nosotros para asesorarse sobre fondos de deuda. Son una opción muy interesante y operativa que le permitirá olvidarse de las gestiones del día a día con entidades bancarias, que pueden resultar agotadoras y poco productivas para su negocio. Le daremos toda la información para que pueda tomar buenas decisiones sobre financiación con todos los datos.